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Arquitectos: IN arq+design
- Área: 500 m²
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Fotografías:Brenda Pontes
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Inicialmente conocida como Casa MIC, la icónica residencia brutalista curitibana construída em 1981 es un proyecto original del renombrado arquitecto Manoel Coelho, en donde residió durante 40 años junto a su família.
Con el objetivo de renovar y revitalizar las instalaciones originales, en 2021 se puso en marcha el Proyecto Retrofit desarrollado por el estudio IN arq+design, para adaptarse así a las necesidades de los nuevos moradores. Manteniendo las principales características de su proyecto original, rediseñando recorridos y reinterpretando ambientes, el nuevo ciclo de la vivienda recibió el título de Casa 275.
La Casa consta de 2 plantas distribuidas en 4 medios niveles, 3 de ellos considerados como Plantas Íntimas y una Planta Social, incluyendo un área exterior de jardín y piscina.
La frescura de su nueva etapa incluye una revisión completa de la infraestructura eléctrica e hidráulica, incluyendo temas importantes para el proyecto como la modificación de su planta en el Piso Íntimo de las habitaciones y en el Piso Social, la innovación tecnológica a través de la instalación de un sistema de paneles solares, aprovechamiento de aguas pluviales, automatización, suelo radiante, internet y seguridad.
La mayor intervención de diseño fue en el Dormitorio en suite, apuntando a la necesidad de su ampliación y construcción de un nuevo baño – para conformar un total de dos baños en el ambiente – y la transformación de la antigua habitación de invitados en un nuevo closet. Anteriormente la suite contaba con una superfície de 35m², actualmente representa aproximadamente 63m² integrados al closet.
Además de la Suite, también se cambió la distribución del antiguo Taller de Cerámica, donde este fue integrado a la Planta Social y se transformo en una Cocina Bar, un divertido espacio para celebrar con amigos y familiares.
Otro punto importante que se modificó fue el Jardín de Invierno, que antiguamente estaba separado del Comedor por una pared vidriada. Se eliminó esta separación de ambientes para la integración de espacios y se selló el patio con una cubierta vidriada, dando ligereza y frescura al proyecto, armonizando vegetación, luz y concreto, junto con las ventanas superiores.
En el proceso de levantamiento de la construcción, se notó una infiltración de la Cascada del Jardin de Invierno. Las piedras que bordeaban la cascada fueron rotuladas, removidas para corregir la infiltración e instalación del nuevo sistema de renovación de agua y posteriormente se reinstalaron las mismas piedras.
Lo que realmente finalizó la obra de una manera increíble fue la restauración del hormigón original de la casa. Debido al clima y las infiltraciones, algunas áreas tenían concreto dañado y enfierraduras expuestas. Este daño fue tratado, restaurado y revitalizado mediante un proceso muy delicado.
El principal desafío del Proyecto - siendo un Retrofit - fue encontrar la delgada línea entre el desarrollo del proyecto atendiendo a las necesidades de los clientes y el mantenimiento de los puntos importantes más característicos del proyecto original. Se estudiaron varias posibilidades para estas situaciones con el fin de mantener las potentes características arquitectónicas.
Por tratarse de una residencia icónica, con mucha personalidad y también por respeto al proyecto original, el estudio apostó por reinterpretar varios lenguajes que existían originalmente en la Casa, como el uso de colores primarios que formaban parte de prácticamente todos los ambientes. La relectura tuvo como objetivo sintetizar los colores alternando con tonos más cerrados, que representan mejor el nuevo ciclo de la residencia y de sus nuevos residentes.
Se restauraron y mantuvieron algunos elementos originales e icónicos de la residencia, como los quiebrasoles amarillos de la fachada, los artefactos de iluminación que se reestructuraron y reubicaron, algunos muebles de madera y los característicos azulejos amarillos.
En el Proyecto Interior, el concepto fue la libertad del mobiliario, siempre pensando en la sensación de flexibilidad, equilibrio y realce de bloques de colores y texturas. La iluminación es puntual y discreta, realzando estos bloques y su posición en el espacio. Para ambientar, se eligieron elementos de arte y diseño como el Sofá Barcelona y el Sillón Rojo y Azul (originales, adquiridos en el bazar de la familia Coelho) entre otras piezas de diseño brasileño firmadas como varios muebles de Estúdio Bola, el sillón Pelicano de Estúdio Elmor, además de tapices como la Alfombra Pompeia de Giacomo Tomazi y el Tapiz de pared off white de Alex Rocca.